lunes, 12 de julio de 2010

Saludo al país del fútbol



A mis amigos españoles.

Muchas veces vi, leí y escuché en la prensa española alabanzas al fervor y el orgullo con el que los jugadores argentinos llevan la camiseta de mi selección. A la intensidad con que alentamos los hinchas argentinos. Que para nosotros no existen los partidos amistosos porque hay que defender la camiseta. Y que cuando juega "la Argentina" se para el país. La camiseta de la selección argentina se ha convertido en una suerte de bandera nacional y Kempes, Maradona o Messi en embajadores.

Esto no pasaba en España. Aquí había poca compenetración con la camiseta nacional. "Siempre caemos en cuartos" o "Jugamos como nunca, perdimos como siempre" eran las frases predilectas de una afición que gozaba cada domingo de una de las mejores ligas del mundo, con equipos importantísimos como el Real Madrid, el Barcelona, el Valencia o el Sevilla. Por la calle siempre veías gente vistiendo las camisetas de sus equipos, pero no la roja. Pero esto empezó a cambiar hace 2 años, con la Eurocopa que ganó España en el 2008 y ayer tuvo su punto culminante, con la obtención de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. A medida que España avanzaba en el mundial, mi mujer y mis amigos se sorprendían de ver tantas banderas de España colgadas de los balcones, en las antenas de los coche, en los bares, etc. Esto en Argentina es habitual y no sorprende a nadie, pero acá es algo de notar.

Para que me entiendan mejor en Argentina, el tema es que España no es un país, sino una conjunción de varios países. Lo que hoy configura el Reino de España está compuesto por antiguos reinos y principados diferentes, el Reino de Castilla, el de Aragón, el de Valencia, Asturias, Catalunya, Euskadi (Pais Vasco), Galicia, etc. Hay cinco lenguas co-oficiales y cada región mantiene sus formas, modismos y costumbres desde tiempos inmemoriales. La dictadura de Franco quiso borrar esto de un plumazo para formar UNA sola España, y ha hecho mucho daño a esta apasionante y riquísima diversidad, prohibiendo las diferencias (incluso las diferentes lenguas) y generando como contrapartida sentimientos nacionalistas regionales. Esto se traduce también a partidos nacionalistas (entiéndase como regiuonalistas, opuestos a españolistas) que en unos casos intentan restablecer esa diversidad apostando por más federalismo y en otros incluso la independencia, como en sucede en muchos pueblos de Catalunya, Euskadi e incluso Galicia. Como comprenderán el problema es mucho más complejo de lo que se puede resumir en un párrafo, pero en lo que refiere al sentimiento nacional vale para demostrar porqué para mucha gente es más importante la camiseta del Barça o del Athletic de Bilbao que la de España. Por eso cada ciudad tiene uno o dos equipos, y la liga española de futbol, comparada con la argentina es mucho más federal y es un modelo que funciona muy bien. Porque cuando juegan el Madrid y el Barça se enfrentan no solo dos equipos de futbol, sino también dos ciudades, dos idiomas, dos banderas, dos sociedades diferentes que rivalizan desde siempre.

Pero en esta selección campeona del mundo, se dió la paradoja de que el modelo futbolístico del Barcelona (el modelo holandés, curiosamente), ha sido el modelo de España, aportando además 6 jugadores titulares en la final que han defendido los colores nacionales. Y del resto, la mayoría es del Madrid. Y se formó un grupo unido, que han compartido el esfuerzo, la garra, el futbol y la gloria.

Y además, España ya contaba con muchos y muy buenos embajadores (Rafa Nadal, Fernando Alonso, Pau Gasol, Alberto Contador, etc.) pero no tenía un motivo de orgullo tan grande como este fuera de España. Tan grande que convirtiera una camiseta en una bandera. Ahora si. Ahora cualquier español, madrileño, catalán, galego, vasco, etc. podrá vestir orgulloso una camiseta de la roja en Buenos Aires, Río, Londres o Berlín. En sudáfrica, miles de niños africanos se han calzado la roja. Aquí en Alicante he visto a los guiris (turistas europeos) comprando la camiseta española en el paseo de la explanada.

Ahora mismo estoy viendo en la tele los festejos de la llegada del plantel por las calles de Madrid. Y la noche de anoche fue muy larga, en Alicante, en Barcelona, en Madrid, en La Coruña, en todos lados. Viendo esto puedo decir que es más lo que los une que lo que los separa. Viva la diferencia, porque lo bueno de cada uno al final es lo bueno de todos en conjunto. Podrán decirme que confundir la gravedad del concepto de nación, país o estado con un puñado de exitos deportivos es por lo menos arriesgado, pero les aseguro que no hay ahora mismo acción política que mueva más que el futbol, porque redefine los límites de pertenencia de los pueblos. Dejamos de ser de Boca para ser de Argentina. Dejamos de ser del Barça para ser de España. Dejas de tener el enemigo dentro, para tenerlo fuera. Y creo que merece la pena aprovecharlo, para generar una mejor nación, país o estado, de los de verdad.

Mis felicitaciones para el nuevo y merecido campeón del mundo, y bienvenidos al sentimiento nacional más inclusivo e inofensivo que existe. Enhorabuena.

EL TEMA DE HOY: VIVA LA VIDA - COLDPLAY
(CANCIÓN SÍMBOLO DEL BARCELONA GANADOR DE PEP GUARDIOLA, EN CUYO FÚTBOL SE INSPIRA LA SELECCIÓN ESPAÑOLA)
FOTO: AFP - LLUIS GENÉ

3 comentarios:

  1. Felicitaciones, Y Olé!!!

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  2. Es un comentario digno de ser publicado en el diario El País en su sección deportiva.
    (Su título podría ser: Opinión de un argentino radicado en España)
    ¿Porqué no lo mandas a su redacción?
    Felicitaciones. Humbo

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  3. Dani, buen blog, parece que tenés ganas de contar mucho de lo que te está pasando por allá, mirando para acá... mientras las cosas pasan, como el mundial.

    Te mando un gran abrazo!

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